sábado, 17 de diciembre de 2011

OTRA HUELGA EN NAVIDAD, Y VAN….

Aportación personal de Felipe Sanchez Sánchez

 
Como se podía aventurar desde que Iberia puso fecha al despegue de su nuevo experimento en el mundo de las low cost,  IBERIA Express , el sindicato SEPLA ha convocado huelga para los días cercanos a la Navidad.
Además de la palabrería propia de estos casos, “no queríamos, la empresa  sí”, “nos obligan”, en este caso encontramos  el argumento nuevo de que el SEPLA convoca huelga,  “pero poco”.
“Una huelga en días de menos tráfico”, “las fechas casi las ha elegido la empresa”, toda una muestra de delicadeza. Una huelga “pa comérsela”, vaya.
El SEPLA hasta ahora había  hecho la huelga al estilo del pasajero de ventanilla maleducado. Por ejemplo, el hooligan que viene de ver al Manchester en el Bernabéu y que ha festejado cada saque de banda con una cerveza; se levanta cuando le da la gana, que es cada dos por tres, te pisa y si farfulla algo, es recordando a la familia de Iker Casillas. Un tío que molesta.
En este caso, SEPLA está planteando la huelga como el pasajero de ventanilla educado. Ese pasajero que solo se levanta, haciendo que los demás pasajeros de la fila se levanten a su vez, en situación extrema.  El buen hombre (o mujer), espera hasta que no tiene más remedio y lo hace cuando ya han terminado de comer sus vecinos de asiento pero aún no se han dormido, cuando menos molesta. Y eso sí, pide perdón  a cada paso. Un encanto de hombre (o mujer) desde luego, pero que molesta.
Dos casos, dos estilos distintos, pero el final es el mismo: que molestan. Lo malo es que la molestia en este caso no se limita a hacernos levantar, y de paso estirar las piernas. En este caso, es poner en riesgo la única industria que últimamente nos da alegrías, además de los problemas y disgustos a los que en Navidad se reúnen con su familia. Es volver a poner en tela de juicio los servicios de un  país.  
Siempre es controvertido  el derecho a la huelga por la fina barrera que separa los derechos de unos y otros. Esa fina barrera hace que, teniendo una mínima capacidad de ponerse en los zapatos del otro, algo de sensibilidad y de amplitud de miras, uno justifique a las dos partes: huelguista y quien la sufre. En este caso, he de reconocer, que quizá me falte algo de lo mencionado pero en este caso no soy capaz de justificar a un colectivo que se enfrenta a su empresa, a sus compañeros de vuelo, a sus compañeros de tierra y a toda la ciudadanía. Un colectivo de privilegiados (por sus méritos, no cabe duda,  pero privilegiados) en un país que va camino de los  5 millones de parados que va a hacer una huelga preventiva por si su compañía le engaña en un futuro. Iberia necesita desprenderse de sus  líneas de corto y medio radio, su continuidad depende de ello y SEPLA lo sabe. Pero no son capaces de por una vez y por el bien colectivo, ni siquiera asumir cierta incertidumbre en un país en el que mucha gente no sabe como pagará el supermercado el mes que viene. Y esto no es demagogia, que más quisiéramos, es una realidad.
Y a los empresarios del turismo,  que están esperando estos días para ver números negros en sus hasta ahora coloradas cuentas y a los que en estas épocas cogen un avión para ver a su familia, solo les queda farfullar acordándose de la familia de alguien y no precisamente del galáctico de Móstoles.

3 comentarios:

Juan D. Ganaza dijo...

Comentario realizado por Carolina Borrell Aliaga

Al mundo de la aviación encargado de hacer las huelgas les viene sin cuidado la gente, solo están ahí por sus intereses. Este mundo es así, primero se mira uno su ombligo y si esta todo bien, piensa en los demás. No se dan cuenta del daño que causan a la gente que durante todo el año vive fuera de sus casas y que solo puede volver a casa por Navidad. Ellos lo ven como una medida para que les suban los sueldos, o les reduzcan el horario laboral, pero a la que gente que solo quiere llegar a sus casa, ver a sus familias, reunirse con sus padres, hermanos, abuelos, les tiene sin cuidado. Eso que "las fechas en días de menos tránsito" no se lo creen ni ellos, o me van a decir, que hacer huelga en Aena en el aeropuerto de Sevilla el fin de semana de la Copa Davis, era "de menos tránsito". Pero bueno, así va la industria aeroportuaria. Si las grandes compañías, como es Iberia, no quiere perder clientela para las Navidades, le va convenir llegar a un acuerdo con los del sindicato SEPLA, para solucionar todo el embrollo.

Juan D. Ganaza dijo...

Comentario realizado por Jesús Franco Ollero

Sepla ha vuelto a equivocarse. Por muchas visiones que intentemos dar al asunto, acabaremos viendo el mismo color. ¿Qué buscan con la huelga? ¿Realmente esperan que Iberia cambie toda una estrategia empresarial por dos días de huelga? ¿Ó esperan que el país se manifieste echándose a las calles a favor de estos señores/as?



Puede ser recurrente la palabra diálogo, pero… ¡es la qué es!, de verdad, pensemos por un momento en el número de beneficiados por la huelga y en el número de perjudicados, y de veras que no hallamos el también recurrente sentido común, recurrente pero… ¡es el qué es! Las empresas turísticas haciendo más cuentas que un nene de 4º de primaria para salvar el año, y ahora llega uno de los colectivos más interesados en el crecimiento turístico –supuestamente, ya que sin turismo, poquitos afiliados iría a tener este SEPLA- y casca el negocio.

Dejen el asunto en manos de abogados, sindicatos, presidentes de gobiernos,…quién crea conveniente, pero dejen al consumidor en paz, y ante todo, dejen al TURISMO en paz.

Juan D. Ganaza dijo...

Comentario realizado por José J. Marquez Espino

Efectivamente Felipe este tipo de huelgas ya están un poco fuera de contexto, pero la verdad es que el único perjudicado es siempre el usuario que además es el único que casualmente no tiene culpa de nada, ni ningún interés de por medio. Los pilotos en este caso no solo intentan dañar en costes y operativa a Iberia sino que perjudicando al cliente daña también la imagen de la compañía.
Parece sorprendente que en España hagamos huelga por crear negocio cuando la finalidad de ejercer el derecho a la huelga me resulta muy distinta al enfoque e interpretación que hacen de ella los pilotos.
Los pilotos en este caso solo buscan asegurar sus altas retribuciones y eliminar la competencia que ellos consideran como intrusismo de otros futuribles pilotos que no pertenezcan a su lucrativo cortijo, no olvidemos que en iberia los pilotos que entran a formar parte de la compañía en su mayoría son “hijos o familiares de pilotos” .Este tipo de colectivos se aprovechan de su situación de privilegio para hacer del derecho al trabajo y a la huelga lo que les da la real gana y de la manera que crean mas efectiva para conseguir sus reivindicaciones sin reparar el daño que nos ocasionan .En otros muchos casos estos pilotos han hecho huelgas encubiertas y no declaradas causando retrasos y conspirando todo tipo de artimañas dentro de un marco legal pero totalmente carente de ética laboral y social. Es un caso parecido al de los controladores aéreos, otro lucrativo cortijo de acceso reservado, que llevo a este país a que Defensa asumiese el control del tráfico aéreo en España para frenar el caos en el que nos sumieron hace poco mas de un año, se decreto la intervención militar ante a huelga de los controladores aéreos en bajo la amenaza de que quienes no se reincorporasen a sus puestos de trabajos, serían sancionados por delito de desobediencia militar.
Este tipo de colectivos no reivindican sino que exigen desde su posición privilegiada y su status para poder seguir manteniendo su Ferrari, su chalet de millones de euros, el otro de la playa y el tren de vida que llevan.

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